jueves, 21 de diciembre de 2017

José Alcides Moreno


Regresamos. Hace rato, pero en este rol de escritor-lector que propongo desde este lado aún no. El regocijo y la excitación producto de la obtención de la Copa Sudamericana merodean en nuestra boca, arrojando un dejo de sonrisa que perdura y perdurará por los próximos días. La gente aglutinándose en la puerta de la sede social, los festejos a rabiar sobre la Avenida Mitre, los cuerpos traspirados producto del roce cuerpo a cuerpo, las camisetas adosadas a nuestra piel y el sudor entremezclado con alguna que otra gota de cerveza que voló por los cielos de Avellaneda siguen en nuestra memoria colectiva.

Pero es tiempo de cambiar el chip y volver a lo que nos compete. ¿Qué es? Traer el otro lado de la historia del "Rojo". Y para ello evocamos una materia que supo ser recurrente en las páginas electrónicas de este blog y un caso que aún no podemos resolver: los colombianos.

Si hiciésemos una encuesta, los hinchas de Independiente votarían casi por unanimidad que el último elemento glorioso y determinante, futbolísticamente hablando, que pisó el sur del conurbano proveniente de Colombia habrá sido Albeiro Usuriaga. A partir de allí, cualquiera sea la posición en el campo de juego, fue todo decantando. Juan Caicedo, Iván VélezJosé Valencia, Marco Pérez, Alejandro Bottero, Fredy Grisales, son algunos de los apellidos que traemos a colación y que servirán para introducir en el homenajeado de hoy.

José Alcides Moreno Mora, hombre de natalicio en el distrito de Cauca, el 10 de agosto de 1981, representa otro de los eslabones de esta cadena cafetera que aún no logró cortarse. Delantero de área por definición, potente y de buen porte, tuvo su natalicio como profesional en Deportivo Pasto, para luego pasar por América de Cali (donde compartió con dos ex C.A.I, Robinson Zapata y Fabián Vargas), Millonarios y pegó el salto al fútbol grande en el Dinamo de Kiev, en donde vio poca acción en Champions League.

Para el año 2007, Jorge Burruchaga y Julio Comparada -entrenador y Presidente respectivamente- se encontraban craneando lo que sería el "Rojo" modelo '07. Ahí fue donde Compi, para nada apurado y con mesura, decidió hacerse con la ficha del "goleador", abonando 900.000 dólares en efectivo. Según otras fuentes, todavía queda la duda de creer que el ex pope creyó que estaba trayendo a Dayro, una ganga que terminó bastante cara.

Tuvo su debut en la primera fecha, en la derrota 1-3 vs Colón, en épocas en donde el estadio "Juan Domingo Perón" fue la morada alquilada para hacer las veces de local. Su actuación fue pobre y, a partir de allí, poca regularidad encontró, divisando como principal mérito su primogénito gol en el triunfo 2-0 ante Rosario Central.

Sin embargo, el flojo andar hizo que Burru deba dar un paso al costado y Miguel Ángel Santoro tomó la posta, encendiendo la chispa de "Pepe": "Estoy aburrido de este club. Un día juego al otro no, eso me tiene muy desanimado. Encima la salida del Profe me perjudicó”. Pedro Troglio se hizo cargo luego del interinato de Pepé y saltó pocas veces del banco de suplentes al verde césped. 


Un fugaz préstamo por el Steaua Bucarest, primero, y América de Cali -donde fue campeón- hicieron que retorne en el año 2009 con sed de revancha. "Estaba en Colombia y me llamaron para decirme que el entrenador estaba interesado en que regresara. Por eso no dudé en volver y en ponerme a su disposición. Creo que en este tiempo logré madurar, fue un tiempo que me sirvió", soltó el player, aunque la suerte no cambió mucho. 

Puñado de cotejos más de por medio, se apartó de los entrenamientos en Villa Domínico y continuó su peregrinaje aterrizando en el fóbal rumano, peruano, colombiano y yankee. En el "Rey de Copas" disputó 23 partidos, anotó cuatro tantos y dejó un recuerdo de una "Perla" que nunca brilló. 

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